Fondos de Humedales Ramsar

INFORME TÉCNICO SOBRE LA IMPLEMENTACIÓN DEL PROTOCOLO DE MONITOREO ECOLÓGICO EN LOS MANGLARES DEL ÁREA DE CONSERVACIÓN TEMPISQUE.

 

Capacitación

Mediante la capacitación se ha introducido a los participantes en el conocimiento del protocolo, cuáles son los indicadores que lo componen, su relevancia y la forma en que deben implementarse. Debido a la amplia variedad de indicadores que posee este protocolo, la capacitación también se ha divido en distintas fases en función de cada categoría asignada en el protocolo (tamaño, condición y contexto paisajístico), así como con la posibilidad de contar con la presencialidad de los participantes de acuerdo con las condiciones sanitarias que se estén presentando en el país.

Por ello la primera fase inició con los indicadores de la categoría tamaño y contexto paisajístico que tienen que ponerse en práctica por medio del uso de la computadora para hacer el análisis de imágenes satelitales lo que permitió realizar la capacitación mediante la presencialidad remota. La primera sesión de esta fase se realizó el 15 de abril del 2021, fue facilitada por dos funcionarias de la Universidad Nacional y contó con la participación de 23 funcionarios de las áreas de conservación (figura 1). En esta ocasión se compartió cómo surgió la iniciativa de generar el protocolo para manglares, se presentaron todos los indicadores que lo componen y se atendieron las dudas de los participantes sobre el modo en que se iban a implementar estos indicadores y las siguientes sesiones de capacitación.

La siguientes sesiones de esta fase de capacitación se realizaron el 16 de abril, 07 de mayo, 04 de junio, 09 y 30 de julio y 20 de agosto, también fueron facilitadas por la Universidad Nacional en presencialidad remota; sin embargo debido a la baja asistencia que se fue dando conforme se avanzaba en la capacitación y al rezago que presentaban algunos funcionarios con respecto al uso de este tipo de programas se decidió posponer las sesiones durante el año pasado para replantear la forma de dar esta inducción acorde con los conocimientos de cada uno de los participantes, de manera que esta fase se retomara durante este periodo.

Monitoreo

La primera sesión de monitoreo se realizó del 11 al 15 de octubre del 2021 en el Parque Nacional Marino Las Baulas (PNMLB). Dadas las condiciones sanitarias del país durante estas fechas se pudo realizar el taller de forma presencial; en esta ocasión se contó con la participación de 27 personas conformadas por funcionarios de las áreas de conservación, de la Universidad Nacional (instructores), ONGs y la empresa privada (figura 2).

 

Durante el primer día se presentaron los indicadores a implementar en campo pertenecientes al atributo clave de estructura de la categoría condición, asimismo se atendieron dudas con respecto a estos indicadores y sobre el trabajo de campo que se iba a realizar en los días siguientes en los manglares de Nandamojo y Tamarindo. Previamente, mediante imágenes satelitales y el conocimiento de los funcionarios del área de conservación se establecieron los transectos para el establecimiento de las parcelas permanentes de monitoreo en ambos sitios según se indica en el protocolo.

El segundo día los participantes se trasladaron al manglar de Nandamojo, se dividieron en cuatro subgrupos de trabajo mediante los cuales se establecieron cuatro parcelas permanentes de monitoreo con la respectiva identificación y medición de los árboles que contenían, además se colocó el tubo para la futura toma de muestras de agua y parámetros fisicoquímicos y se tomaron las muestras de sedimento en cada una de ellas (figuras 3 y 4).

Para el tercer día el trabajo de campo se realizó mayormente en el manglar de Tamarindo donde se logró establecer cinco parcelas, a las cuales también se les colocó el tubo y se les extrajo la muestra de sedimento (figuras 5 y 6), dos de las cuales se aprovecharon para hacerles el análisis de la densidad aparente y contenido de carbono y nitrógeno. Por otra parte, uno de los subgrupos se trasladó de nuevo al manglar de Nandamojo donde establecieron dos parcelas más, que también contaron con la instalación del tubo y la toma de muestras de sedimento. El análisis de los datos y las muestras tomadas en esta gira se detallarán en el apartado de resultados.

 

 

El cuarto día de trabajo se aprovechó para presentar los indicadores del atributo clave de composición de la categoría condición y los indicadores pendientes de la categoría de contexto paisajístico. Adicionalmente, se realizó una sesión de intercambio de experiencias e identificación de oportunidades de mejora en la implementación de los indicadores de campo puestos en práctica en los días anteriores, este ejercicio dejó como resultado varias sugerencias que se incorporaran en el protocolo. Finalmente, se capacitó sobre el uso de una hoja en Excel para el análisis de los indicadores de estructura mediante la cual se facilita el trabajo en la obtención de estos datos, resultados que se presentaran en el siguiente apartado (figura 7).

Posteriormente en el mes de noviembre se realizó otra visita al manglar de Nandamojo para el establecimiento de parcelas en la zona más cercana al estero, razón por la cual los participantes de la gira se tuvieron que trasladar en bote (figuras 8 y 9). En esta ocasión asistieron los funcionarios de ACT que fueron capacitados en el taller de octubre; se establecieron dos parcelas más en este manglar, además se tomaron las muestras de sedimento y se les instaló el tubo conforme a lo indicado en el protocolo.

Un día después de esta visita a Nandamojo el personal se trasladó al Refugio de Vida Silvestre Iguanita donde se establecieron dos parcelas permanentes de monitoreo, se colocaron los tubos y se tomaron las muestras de sedimento en cada una de ellas.

Resultados

A continuación, se detallan los resultados preliminares obtenidos en la implementación de los módulos de capacitación y monitoreo ejecutados el año anterior.

Capacitación

En este módulo se logró capacitar a 36 personas tanto funcionarias de las áreas de conservación como de la academia, ONGs y la empresa privada; estas capacitaciones lograron generar un conocimiento general sobre todos los indicadores que componen el protocolo, así como la aclaración de dudas e incorporación de sugerencias para la mejora de esta herramienta (figuras 1 y 2).

En cuanto a la primera fase de este módulo, que se desarrolló en presencialidad remota; se logró generar nuevas capacidades en 14 funcionarios de las áreas de conservación y 4 personas de otras entidades. Sin embargo, como se mencionó anteriormente este proceso se pausó debido al rezago de algunos de los funcionarios con respecto a otros que ya tenían conocimiento sobre el uso de este tipo de programas para el análisis de imágenes satelitales, por lo tanto, esta fase se retomará este año considerando ese aspecto.

Monitoreo

Análisis estructural

Durante el 2021 se establecieron parcelas permanentes de monitoreo (ppm) en los manglares de Tamarindo (5 ppm,), Nandamojo (8 ppm) e Iguanita (2 ppm). Como parte del taller presencial de capacitación realizado en el PNMLB se contó con la asistencia de 27 personas en campo que colaboraron en el establecimiento de parcelas en los manglares de Tamarindo y Nandamojo. En el caso de Iguanita, las parcelas fueron establecidas por funcionarios del ACT capacitados en este taller, más el apoyo de una estudiante.

En el transcurso del año 2022, se establecieron dos ppm más en el manglar de Tamarindo y seis ppm en Sonzapote. Además, se volvió a visitar el manglar de Jicaral donde se habían establecido ocho ppm en el 2019, en esta ocasión se pudieron hacer mediciones en cinco de esas parcelas.

Con respecto a los datos conseguidos durante estas giras de campo se presentan los valores obtenidos para los indicadores 5, 6, 7, 8 y 11 del protocolo (cuadro 1 y 2). En relación con el valor promedio de densidad el manglar de Jicaral presenta el promedio más alto; y en cuanto al número de especies e índice de complejidad los mayores valores los presentó el manglar de Sonzapote seguido por el manglar de Tamarindo (Cuadro 1).

Por su parte, el manglar de Iguanita presenta los valores promedio más altos de altura y área basal total, si bien en este manglar solamente se establecieron dos parcelas estas estuvieron conformadas mayormente por árboles de Rhizophora racemosa con alturas y diámetros bastante altos lo que da indicios de que este sector del manglar posee un bosque bastante maduro (Cuadro 1).

Cuadro 1. Comparación de los valores promedio de altura, área basal, densidad e índice de complejidad, así como número de especies de los manglares de Nandamojo, Tamarindo, Iguanita, Sonzapote y Jicaral.

En cuanto al Índice de Valor de Importancia (IVI), la especie con mayor predominancia en estos sitios es Rhizophora racemosa; presente en cuatro de los manglares evaluados, y con mayor presencia en Tamarindo; cabe mencionar que en este sitio la mayoría de las parcelas establecidas están ubicadas en la parte más externa del manglar donde suele habitar esta especie (Cuadro 2).

Por otra parte, Avicennia germinans también tiene una alta presencia en estos manglares, y ha sido identificada en cuatro sitios, con mayor predominancia en Jicaral; en el caso de este manglar las parcelas están ubicadas en la parte más interna del manglar donde suele abundar esta especie (Cuadro 2).

Finalmente, cabe destacar el reporte de Pelliciera rhizophorae en el manglar de Nandamojo, especie que en el estudio previo realizado por Gómez (2014) no había sido reportada. Esta especie también fue identificada, aunque con una menor presencia; en el manglar de Sonzapote (Cuadro 2).

Cuadro 2. Detalle comparativo del Índice de Valor de Importancia (IVI) general obtenido en los manglares de Nandamojo, Tamarindo, Iguanita, Sonzapote y Jicaral.

En cuanto a los análisis de la densidad aparente, contenido de carbono y nitrógeno realizados en dos parcelas permanentes establecidas en el manglar de Tamarindo los mayores valores de densidad aparente, pero los menores valores de contenido de carbono y nitrógeno los presentó la parcela 1A, caso contrario a lo mostrado en la parcela 2A en la cual además se reportó la presencia de dos especies de flora nuclear lo que podría estar favoreciendo la capacidad de contener más carbono y nitrógeno en este sector del manglar (cuadro 3).

Cuadro 3. Resultados del análisis de la densidad aparente, contenido de carbono y nitrógeno de dos parcelas permanentes de monitoreo establecidas en el manglar de Tamarindo.

 

Análisis de sedimentos

A la fecha se ha podido realizar el análisis granulométrico de sedimentos de los manglares de las parcelas ubicadas en Tamarindo, Nandamojo e Iguanita durante el 2021. Estos datos muestras que los suelos de los tres sitios están conformados mayormente por arena (Figura 10).

Figura 10. Distribución granulométrica de las muestras de sedimentos de los manglares de Tamarindo, Nandamojo e Iguanita (adaptado de Saravia-Arguedas, 2021).

Adicionalmente, gracias al convenio de trabajo que ha venido desarrollándose entre el Área de Conservación Tempisque (ACT) y la Universidad Nacional (UNA) el costo del análisis de las muestras de sedimentos fue menor, por lo tanto se pudieron hacer otro tipo de análisis como la determinación de la materia orgánica (Figura 11) y de metales pesados (Figura 12) que no se habían contemplado en la propuesta inicial del proyecto.

Con respecto a la figura 11, se puede observar que la cantidad de materia orgánica está relacionada con el tamaño de las partículas, en el caso del limo+arcilla al ser partículas más finas tienen mayor capacidad absorbente y de intercambio catiónico, además de mayor área superficial lo que facilita la acumulación de materia orgánica (Saravia-Arguedas, 2021). No obstante, algunas muestras tuvieron un comportamiento contrario, dado que cuando hay mucho material fino en suspensión se da una baja producción primaria, o si existe una baja cantidad de materia orgánica y un alto ingreso de material inorgánico se genera un efecto de dilución que disminuye la presencia de materia orgánica (Pérez, 2015).

Figura 11. Distribución de materia orgánica de las muestras de sedimentos de los manglares de Tamarindo, Nandamojo e Iguanita, con respecto al tamaño de grano (adaptado de Saravia- Arguedas, 2021).

En relación con la figura 12, ningún manglar presenta concentraciones de metales pesados que sobrepasen las recomendaciones de la Environmental Protection Agency (EPA). En cuanto al cobre, el valor guía es de 120 mg/kg, ningún manglar evaluado está por encima de ese valor, ya que en general el ámbito de las concentraciones va de <0,30 mg/kg hasta 89,6 ± 0,1 mg/kg. En el caso del zinc, las concentraciones estuvieron entre 12,0 ± 0,5 a 158 ± 1 mg/kg, si bien fue el metal pesado que presentó las más altas concentraciones no sobrepasó los valores guía de la EPA (> 200mg/kg). Finalmente, los valores de concentración del níquel estuvieron por debajo de 50 mg/kg que es lo recomendado por la EPA (Saravia-Arguedas, 2021).

Figura 12. Concentración de metales pesados encontrados en los sedimentos de los manglares de Tamarindo, Nandamojo e Iguanita (adaptado de Saravia-Arguedas, 2021).

 

Conclusiones y recomendaciones

La elaboración y oficialización del Protocolo de Monitoreo Ecológico de Manglares ha propulsado la generación de línea base de diversos aspectos relacionados con la integridad ecológica de los manglares del ACT.

Las capacitaciones brindadas para la implementación de esta herramienta han generado capacidad institucional y de otras partes interesadas que facilitará la consolidación de un programa permanente de monitoreo de estos valiosos ecosistemas.

El manglar de Jicaral es el que muestra menor desarrollo estructural, mientras que Iguanita presenta el mayor desarrollo, sin embargo se requiere establecer más parcelas en este último para verificar esta tendencia.

Las especies R. racemosa y A. germinans son las más predominantes en estos sitios, no obstante la ubicación actual de las parcelas podría estar influyendo en estos resultados.

Se recomienda establecer más parcelas permanentes de monitoreo en todos los sitios evaluados con el propósito de ampliar la comprensión de su integridad ecológica.

Si bien la determinación de la materia orgánica y el análisis de la concentración de metales pesados no forma parte del protocolo, se recomienda procurar su evaluación ya que estos aspectos inciden en el desarrollo estructural del bosque y las otras especies de flora y fauna asociadas.

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