Monitoreo de la anidación de las tortugas marinas lora (Lepidochelys olivacea), baula (Dermochelys coriacea) y negra (Chelonia mydas a.) en playas Nombre de Jesús, Honda, Real and Zapotillal, Guanacaste, Costa Rica.

 

INTRODUCCIÓN

En la actualidad existen 7 especies de tortugas marinas, de las cuales 6 anidan en el continente americano: la tortuga verde o negra del pacífico (Chelonia mydas), la tortuga cabezona (Caretta caretta), la tortuga golfina o lora (Lepidochelys olivacea), la tortuga lora (Lepidochelys kempii), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga Baula (Dermochelys coriacea). Todas estas especies se encuentran amenazadas y según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las tres primeras especies se encuentran en peligro de extinción y las tres últimas en peligro crítico de extinción.

Estos reptiles cumplen funciones ecológicas muy importantes en diferentes ecosistemas, como el de transportar energía entre el mar y hábitat terrestres, tales como, las playas de anidación y sus alrededores. Su desaparición podría afectar seriamente a otras especies de flora y fauna que dependen de las tortugas marinas y de sus huevos para su propia supervivencia (UICN, 1995).

El monitoreo de una serie de indicadores asociados a la actividad de anidación de las hembras de tortugas marinas, así como la protección de sus nidos y conservación de sus hábitats críticos, debe ser constante y permanente en el tiempo. Estas actividades son importantes para mantener los esfuerzos de conservación que realiza un país. La sistematización y análisis de esos indicadores, permite una mejor comprensión de las poblaciones y sus tendencias. Además, ayuda a identificar posibles medidas de manejo y conservación, enfocadas en la mejor protección posible de los nidos ante sus amenazas, incluida la extracción ilegal de huevos o la fragmentación del hábitat.

El éxito de la eclosión de los huevos y el éxito de la emergencia de las crías, se pueden considerar como importantes indicadores de la salud de la población anidante y de la idoneidad de la playa de anidación como un sitio exitoso para la incubación de los huevos de tortugas marinas, condición indispensable y en el caso del área de estudio, es justamente monitoreada por un programa de investigación y monitoreo permanente.

En los últimos años se ha venido mostrando un número peligrosamente bajo de hembras de tortuga baula anidando dentro de las playas índice del Parque Nacional Marino Las Baulas (Grande, Ventanas y Langosta), lo cual también se ha documentado en las playas fuera del área protegida. Por ejemplo, en las playas Nombre de Jesús, Real, Honda y Zapotillal, sitios de anidación principalmente de tortugas negras (Chelonia mydas a.), son también consideradas como playas secundarias para la anidación de las tortugas Baulas (Santidrian- Tomillo et al 2017), en donde la cantidad de nidos también se han visto reducidos, a pesar de ello, mantienen su relevancia como sitio secundario.

En el caso particular de las tortugas negras, las playas citadas anteriormente son consideradas como uno de los complejos de playas índice más importante para la anidación de la especie en el Pacífico Norte de Costa Rica. De acuerdo con la información recopilada a la fecha, más de 1000 nidos son registrados en una temporada de anidación.

Este proyecto de investigación y monitoreo de tortugas marinas es relevante para continuar con la recopilación de información de los indicadores ecológicos estandarizados y priorizados, que su análisis, permita conocer las variaciones en el tiempo de estos indicadores con respecto a su robusta línea base de datos previamente conformada y permita a su vez, determinar y considerar las mejores medidas de manejo, promoviendo la conservación de hábitats críticos y especies de tortugas marinas. Nuestros objetivos se concentran en mantener una protección permanente y eficaz de todas las tortugas marinas que anidan y los hábitats de los cuales estas dependen, así como el generar conocimiento que fundamente la toma de decisiones de manejo y conservación.

 

Figura 1. Ubicación de Playa Langosta. Parque Nacional Marino Las Baulas

 

Figura 3. Scanner y microchip

 

(a)                                                                                               (b)

Figura 4 (a) Placas metálicas Monel; (b) Aplicador

 

Las tortugas Loras (Lepidochelys olivacea) no fueron marcadas

Figura 5. Neonatos de Tortuga Baula, durante una exhumación en horas de la mañana.

 

Registro de la Temperatura de la playa y nidos

 

Figura 6. Dataloggers, el de arriba es Hobo Pro v2 y el de abajo Onset Hobo tipo Pendan

 

 

CONCLUSIONES

La tortuga Baula del pacífico oriental se encuentra seriamente amenazada, pese a todos los esfuerzos de conservación que se realizan tanto en las playas de anidación cómo en el mar. En playa Langosta, antes de esta última temporada 2022-2023, se había registrado al menos una cama de esta especie, sin embargo, en esta temporada, no hubo registro de camas o de al menos un rastro de ella. Pero en playas Zapotillal y Honda hubo 3 registros de baula, de manera que no solo están haciendo uso de sitios que están fuera de lo que históricamente son sus playas índices, sino también las playas que han sido consideradas como secundarias, ahora se están convirtiendo en sitios de gran relevancia.

La población de tortuga verde del Pacífico parece estar por el momento en una condición estable y los porcentajes de eclosión de sus nidos fueron importantemente altos.

El pacífico norte de Costa Rica se caracteriza por tener playas cuyas temperaturas favorecen la producción de hembras, sin embargo, en comparación con temporadas anteriores, las temperaturas de esta temporada no fueron tan altas, aunque aún se mantiene la tendencia de ser playas que favorecen a la misma feminización de las crías.

Estas playas no tienen una categoría de manejo, son playas públicas que, en temporada alta, se establecen campamentos, se hace uso de la luz blanca en la playa, la música es escuchada a muy altos decibeles y donde la gente camina sin supervisión, ya sea para ver a una tortuga anidar, o para pescar y en el peor de los casos, para sacar los huevos. Estos sitios siguen estando bajo un desarrollo de actividades que se mantienen, en la mayoría de los casos, lejos de las mejores prácticas para la observación de tortugas marinas. El saqueo de los nidos sigue siendo una de las amenazas más graves que aún persiste en las playas de anidación, a pesar de ello, el trabajo en playa y el esfuerzo de monitoreo ha logrado bajar a un 80% la pérdida de nidos por extracción de huevos. Labor que se ha logrado también con la ayuda de voluntarios nacionales y extranjeros.

La conectividad entre playas de anidación es un elemento muy importante para recalcar, especialmente para la identificación de medidas de conservación en rutas migratorias.

El financiamiento es imprescindible para la sostenibilidad de los proyectos que trabajan continuamente en el monitoreo de indicadores, de manera que el aporte económico de los voluntarios nacionales y extranjeros, así como el acceso a fondos de donantes, son de suma importancia para la operatividad y continuidad del monitoreo que ayudan a generar conocimiento para la toma de decisiones según el estado de conservación de la población.

La información que se está generando por temporada, le ayudará al Estado costarricense tomar decisiones de manejo e incluso, hasta de considerar medidas estratégicas para la protección de estas playas de anidación al menos durante la temporada de anidación.

 

Preliminar-temporada-23-24-KUEMAR.-ESPANTHOL-2

 

Organización KUEMAR: Elizabeth Velez, Aida Gete, Daniel Cortés y Kevin Sinclair

 

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